Eran las 0.50 horas del 30 de septiembre de 1974, cuando las amenazas de la DINA, policía secreta de la dictadura pinochetista, finalmente se cumplieron y el vehículo en que se trasladaban el ex Comandante en Jefe del Ejército de Chile en el gobierno de la Unidad Popular y su compañera, Sofía Cuthbert, explotó al llegar a su hogar en la ciudad de Buenos Aires, lugar donde residían exiliados.
La muerte instantánea de ambos y la brutalidad de lo ocurrido causó impacto y rechazo tanto en Argentina como en Chile, además que el hecho no había sido fortuito: dos días antes del estallido, el estadounidense y agente de la DINA, Michael Townley, se introdujo en el garaje de Prats y colocó un aparato explosivo a control remoto bajo la caja de velocidades del automóvil del general, vigilándolo durante esas 48 horas.
Días antes, Prats habría enviado una carta dirigida a Augusto Pinochet, quien había asumido como su sucesor después del Golpe de Estado:
“Augusto:
El futuro dirá quien estuvo equivocado. Si lo que Uds. hicieron trae el bienestar general del país y el pueblo siente que se impone una verdadera justicia social, me alegraré de haberme equivocado yo, al buscar con tanto afán una salida política que evitara el golpe”.
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Arpillera «El largo brazo de la DINA 1: Asesinato en Buenos Aires». Fondo Isabel Morel #ArchivoMMDH
30 septiembre, 2020