Este fin de semana comenzaron a ser derrumbados los últimos edificios de la Villa San Luis en Las Condes, uno de los proyectos emblemáticos de integración social llevado a cabo por el ex Presidente Salvador Allende, construido en 1972 para las personas que habitaban mayoritariamente asentamientos precarios a la orilla del río Mapocho.
El Comité en Defensa de la Villa San Luis acusa que la constructora no contaba con los permisos correspondientes para llevar a cabo la demolición, documentación que exigieron la mañana del lunes 26 de este mes pero que la empresa se negó a entregar. Más tarde, la Dirección de Obras Municipales detuvo el proceso, al no contar con las medidas de mitigación ni seguridad correspondientes al proyecto de edificios de gran altura que se piensa construir en el lugar.
En 1976, la mayoría de los 1.038 departamentos de la Villa San Luis fueron desalojados por el Ejército para llevar a vivir al lugar a parte de su personal, sin embargo, 116 familias persistieron, e incluso en el 2000 lograron recuperar sus títulos de dominio.
De esta manera, el futuro de lo que queda del conjunto se definirá mañana en la votación del CMN, instancia solicitada por una campaña ciudadana que busca que el último paño de terrenos de la villa sea declarado Monumento Histórico, a modo de proteger su arquitectura y valor urbanístico, y levantar allí un Sitio de Memoria destinado a reconocer las violaciones a los DDHH ocurridas en el lugar.
Detrás de la iniciativa se encuentra quien fue parte de su diseño: el arquitecto y ex Director de la Corporación del Mejoramiento Urbano (CORMU) entre 1970 – 1973, Miguel Lawner, quien inaugurará en el Museo una exposición sobre el tema el 16 de octubre de este año.